Las tardías declaraciones del Director de la Policía Nacional Mayor General Edward Ramón Sánchez González, en el sentido de que «los agentes que asesinaron a la pareja de pastores Evangélicos en Villa Altagracia habían montado ese retén fuertemente armado, porque esperaban un vehículo con las mismas características del abordado por los esposos predicadores acribillados, pero ocupado por ladrones de una pásola en Bonao constituyen una vulgar mentira que pretende justificar la acción criminal cometida, posiblemente por ordenes del destituido Coronel Mariñez.
Porqué esperar tanto tiempo para dar a conocer oficialmente esa versión, que a todas luces se vislumbra como una falsedad?
Haber disparado más de 30 proyectiles de armas con diferentes calibres a los ocupantes de un vehículo indefensos, es sencillamente un asesinato abominable y atroz que debe ser sancionado con todo el peso de la ley.
En lo relativo a la postura asumida por el presidente de la República Luis Abinader, quien instruyó para que sean destituidos los involucrados, la población la valora como positiva.
Si hubiese ocurrido en otro país ya le habrían cantado la pena maxima